Nacidos en el camino. Riham (24 años) y Mohammed (38 años) hace cuatro días, durante su huida, acaban de tener a su quinto hijo, Ahmed. Comentan, lamentándose, que los bebés nacidos en Grecia no adquieren la nacionalidad griega y toman la de sus progenitores, originarios de Rakka, Siria. Ellos y sus cuatro hijos se resguardan del calor y del frío dentro de un antiguo edificio abandonado donde conviven once familias, con veinte menores. Dicen sentirse más seguros por su cuenta que en el campo improvisado de Eko, donde siempre había disputas entre etnias. Durante el mes de junio del 2016 el ejército griego los desalojó, reubicándolos en campos militarizados. Polikastro, (Grecia), 06/2016 © Patricia Bobillo Rodríguez
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